CAJÓN DESASTRE

La verdad es que resulta raro llegar un día a casa y no tener que pensar en cuanto te queda para acabar con un temario, en cuantos días necesitas para terminar y cuanto tiempo tendrás para repasar en la bibliotéca antes de ir al examen. De momento, todo eso se acabo. Y se espera que el año que viene también sea más tranquilo, porque aunque tengamos que entregar unas memorias y compaginar el hacer trabajos con las prácticas, no tendremos que hacer ningún examen (de la universidad al menos, que yo no descarto ir al instituto de idiomas).

Puede que alguno de nosotros tenga suerte y encuentre algún trabajo en verano, pero de momento, yo por lo menos, tengo la vista puesta en un encuentro no muy lejano en Arrigorriaga. Hasta entonces sed felices y disfrutad de un verano increible.