Resulta que tienes intención de irte a Etxarri con tus amigos en el puente. Lleno de emociones, pensando sobre todo en lo bien que te lo pasarás ese viernes cuando vayais a Iruña.
La noche del miércoles ya te cuesta dormir, porque has estado media hora decidiendo que meter en la maleta y que no. Cuando por fin crees que lo tienes todo te metes en la cama, con intención de dormir. No sin antes levantarte a los diez minutos para meter el secador en la bolsa, que se te había olvidado.
A la mañana siguiente, ya estás pensando que llegar al tren va a costar un rato; ya que te encuentras con la bolsa de viaje el una maño, el saco de dormir en otra, y la bolsa con el albornoz agarrada no sabes muy bien ni como. Pues bien, todavía puede ser peor, porque de camino a la estación te encuentras con las miradas de la gente, y tu sabes perfectamente que están pensando "¿de dónde se habrá escapado ésta?".
Cuando bajas del tren sientes cierto tipo de alivio, ya que ahora ireis dos con la bolsa y la gente ya no te creera recien salida de un manicomio (ojo, no siempre funciona). Y cuando por fin consigues llegar a la uni, te despojas de todas tus cosas en la sala de ordenadores y te vas a mirar el correo, comprovar el tuenti etc, deseando que por fin lleguen las dos para que empiece el fin de semana.
Y por fin, después de comer, llega la hora de partir hacia el camping, no sin antes ciertos problemas para meterlo todo en el maletero. En fin, despues de unos minutos jugando al tetris, os poneis en marcha. Cuando llegas dejas todas tus cosas en la caravana, vas a hacer la compra, saliendote un poco de lo establecido en la lista (pobre de ti, sin siquiera intuir que el domingo al volver podrías alimentar a un comedor social entero con lo que ha sobrado). Bueno, cuando vuelves lo organizas todo, siendo ya consciente de que esa noche es mejor irse a dormir pronto para poder estar bien al día siguiente. Pero no! En ese momento desconoces el poder que tienen una botella de cerveza y Marisol cantando "la tómbola", todo ello aderezado con la llegada de un SMS un tanto inquietante.
Bueno, cuando amaneces el viernes ya estás pensando en la juerga que te espera esa noche, y planificas todo tu día en torno a eso, y cuando al fin llega la hora de subir en el autobus, ya te impacientas porque ves que no llega. Pero no pasa nada, porque al fin llega y te pasas un viaje de una hora oyendo como la de delante quedo a la mañana con unos para ir a fumar porros, pero todo sea por la juerga. Ya en Iruña, pasas media hora pateando para encontrar un sitio decente en el que cenar, que tenga lo que tu quieres, y cuando porfin lo encuentras, ves que se esta haciendo tarde, pero piensas "no pasa nada, esto es solo el principio". Los primeros dos bares están bien, pero al final te apetece bailar; hacer el idiota. Y no sabes muy como, acabas en mitad de un antro oyendo el "parrapapa" y mirando a una chica bailar de una forma un tanto extraña, y prenguntándote a ti mismo como no se cae de sus tacones. Bueno, la escena final es que acabais yendo a la parada de taxi, después de haber visto que el antro infame que acabaís de abandonar es lo maximo a lo que puedes aspirar esa noche.
Al día siguiente tu única alegria es no tener resaca, pero tu aún, inocente, piensas que por la noche os montareis la juerga padre en la caravana, pero antes de las doce ya estás moribunda.
Eso si, la barbacoa del último día merecio la pena, cuando ya estás pensando la cara de zombi que vas a llevar el lunes a clase.
Bueno, bromas a parte, creo que nos lo pasamos muy bien, no? A ver si a la proxima podemos ir todos
Maslow
P.D: Como nunca me aclaro bien quien es el que escribe, creo que estaría bien empezar a firmar
(venga va, todos sabeís quien soy)
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